Uno de los efectos más característicos de un vehiculo es el polvo, especialmente si nuestro vehículo forma parte de conflictos donde las carreteras asfaltadas escaseaban, como la Guerra Civil Española o la mismísima Segunda Guerra Mundial. Lo primero que tenemos que hacer es pensar es en qué ambiente está nuestro vehículo. Por ejemplo, no es lo mismo el polvo generado en el desierto africano que el polvo producido en una carretera centroeuropea. En segundo lugar, debemos pensar qué grado de polvo queremos representar, un efecto suave que no enmascare demasiado los detalles, o un efecto más contundente. Y por último,…