Filtros y Lavados

Sigo actualizando poco a poco viejos artículos dada la experiencia que he adquirido desde que los escribí inicialmente. Esta vez le ha tocado el turno a un tema que considero muy importante debido a la confusión que causa a menudo. Este artículo fue publicado originalmente en el 2010.

En este artículo me gustaría explicar que son los filtros y lavados, dos técnicas que, aunque en apariencia parecidas, tienen objetivos muy diferentes. Este tema se merece su propio artículo puesto que muy a menudo la gente confunde lo qué es una cosa y otra. Es más, para hacerlo aún más complicado, también se suelen confundir estas dos técnicas con dos tipos de pinturas (acrílicas y esmaltes), muchas veces sin darse cuenta de que los filtros y lavados (técnicas de pintura) se pueden hacer con cualquier tipo pintura (ya sea acrílica o esmaltes).

En primer lugar, debemos aclarar que para pintar nuestros tanques podemos utilizar diferentes tipos de pintura: pintura con base al agua y pintura con base al aceite. El primer tipo incluye las típicas pinturas acrílicas, mientras que en el segundo grupo podemos meter los óleos y los esmaltes (hechos con resinas y pigmentos). Aunque en principio podríamos utilizar cualquier tipo de pintura para pintar nuestras miniaturas, cada pintura tiene unas propiedades diferentes que hará que nos interese más utilizar una u otra dependiendo de lo que queramos hacer.

Estas son las principales diferencias entre cada tipo de pintura:

Pinturas acrílicas: normalmente las utilizamos para pintar los colores base del tanque, incluyendo el camuflaje y accesorios.

• No son tóxicas
• Se diluyen con agua
• Tardan en secar segundos

Esmaltes y óleos: los podemos utilizar para crear efectos específicos, como polvo y escurridos.

• Son tóxicas (debido al disolvente)
• Se diluyen con un disolvente específico, como esencia de trementina o White Spirit
• Tardan en secar horas

Dicho esto, y sin importar cual sea el tipo de pintura (acrílica o esmalte), existen una serie de técnicas de pintura con las que podemos conseguir determinados resultados. Dos de estas técnicas son los filtros y los lavados. Ambas técnicas se pueden aplicar con pinturas acrílicas o esmaltes, pero obtendremos unos resultados si no mejores, al menos si de forma mucho más sencilla utilizando esmaltes. Al menos en mi humilde opinión. Esto se debe principalmente a su lento secado, que nos dará más juego para ajustar los efectos o incluso eliminarlos completamente si no nos convence el acabado.  

Filtros

Un filtro no es más que pintura muy diluida, en una proporción de una gota de pintura y 9 de diluyente. Como resultado, nos quedará una pintura casi transparente que nos servirá para cambiar ligeramente el color de una superficie. Por ejemplo, si a la hora de iluminar el dunkelgelb de nuestro tanque alemán nos hemos pasado metiendo blanco nos habrá quedado un amarillo demasiado pálido (desaturado). En este caso podemos utilizar un filtro amarillo oscuro para recuperar el color original. O por ejemplo, si tenemos un camuflaje tritonal podemos aplicar un filtro de un color intermedio para darle un poco más de unidad al conjunto de colores. El filtro también nos puede servir para crear efectos de envejecimiento o de la intemperie. Por ejemplo, podemos aplicar un filtro color arena para crear una pátina de polvo.

La forma de aplicar el filtro es muy importante: el filtro NO busca encharcar la superficie o acumularse en los recovecos. El filtro lo aplicamos como una capa muy fina, prácticamente transparente, por toda la superficie en cuestión. Podemos hacerlo con el aerógrafo o a pincel. Si usamos el aerógrafo, simplemente aerografiamos una fina capa sobre el tanque sin llegar a encharcar. Si usamos el pincel, primero descargaremos la mayor parte del filtro sobre un papel o trapo, y luego daremos suaves pinceladas sobre el tanque. Cuantas más capas apliquemos sobre una misma superficie, más intensidad u opacidad cogerá el tono del filtro. Si queremos aplicar varias capas tendremos que esperar un poco hasta que la capa anterior haya secado para evitar arrastrarla. Si usamos esmaltes debemos esperar al menos 30 minutos para que la mayor parte del disolvente se haya evaporado.

Yo suelo aplicar los filtros de tipo esmalte a pincel, pero para los acrílicos utilizo el aerógrafo. El mayor problema de los acrílicos es que secan demasiado rápido, pudiendo dejar marcado el rastro de la pincelada sin que haya forma de repararlo. Esto se evita utilizando el aerógrafo en lugar del pincel. Como contrapartida, los esmaltes tardan en secar horas, por lo que si detectamos este problema no tendremos más que dar una nueva pincelada para eliminar las marcas. O incluso podemos utilizar un pincel humedecido en disolvente para eliminar completamente el filtro. No me gusta utilizar el aerógrafo para aplicar los esmaltes por el riesgo de inhalar el aerosol resultante, dado que el disolvente es tóxico.

Aunque podemos crear nuestros propios filtros diluyendo la pintura en una proporción 1:10, hoy día contamos con productos específicos para aplicar esta técnica. Por ejemplo, AMMO comercializa tanto filtros de tipo esmalte como acrílicos. Simplemente tenemos que agitar el bote y aplicar la pintura.

¿Cuándo se aplica un filtro? Lo podemos aplicar en cualquier momento del proceso de pintura. En mi caso, normalmente lo aplico tras haber pintado los colores base del tanque con acrílicos y haber aplicado las calcomanías. Lo aplico por todo el tanque, y así recupero el tono real y le doy una pátina de suciedad a las calcomanías. Si uso un filtro de tipo esmalte primero sello todo el trabajo anterior con una capa de barniz satinado para proteger la pintura acrílica del disolvente. También suelo aplicar filtros hacia el final del proceso de pintura para crear ciertos efectos como suciedad o polvo. Estos filtros solo los aplico en determinadas partes, no por todo el vehículo.

No obstante, no siempre aplico filtros: solamente lo hago cuando me hace falta recuperar un color o si quiero crear un efecto específico.

Como nota final, el filtro clásicamente se aplicaba haciendo un punteado con óleos de diferentes colores sobre el tanque, y luego fundiéndolos con un pincel humedecido con disolvente. Esta técnica, aunque tradicional, sigue ofreciendo grandes resultados y diferencias tonales muy interesantes.

Lavados (tintas, whases o shades)

Un lavado consiste en pintura diluida más o menos en la misma proporción con su diluyente correspondiente. A diferencia del filtro, el objetivo del lavado es el de remarcar todos los recovecos y detalles del tanque. Para ello utilizaremos normalmente un lavado marrón oscuro, evitando el negro puro por ser demasiado artificial. Para aquellos tanques de colores base oscuros, como un verde bronce británico, necesitaremos un lavado marrón más oscuro que aquel que usaríamos para un tanque pintado de amarillo oscuro.

A diferencia del filtro, el lavado lo aplicaremos buscando encharcar la superficie y así marcar claramente todos los recovecos. Sin embargo, no encharcaremos todo el tanque. Aplicamos un lavado selectivo, solo alrededor de los detalles y directamente en los recovecos (esto es lo que en inglés se conoce como pin-wash). Así evitaremos oscurecer y ensuciar el tanque sin necesidad.

De nuevo podemos crearnos nuestro propio lavado diluyendo la pintura con su diluyente en la misma proporción (agua para los acrílicos o disolvente para los esmaltes). No obstante, también tenemos a nuestra disposición lavados ya listos para usar. Por ejemplo, tenemos lavados acrílicos como los Shade de Citadel, y también tenemos lavados de tipo esmalte como los de AMMO. Aunque para las figuras prefiero usar lavados acrílicos, en lo que se refiere a pintar vehículos encuentro los de tipo esmalte más útiles que los acrílicos gracias precisamente gracias a su lento secado. El problema del acrílico es que seca tan rápido que nos deja muy fácilmente un cerco, y además el exceso es imposible de eliminar. Esto crea un aspecto sucio y poco definido. Por el contrario, el lavado tipo esmalte nos ofrece la posibilidad de eliminar el exceso de lavado simplemente dando una pasada con un bastoncillo o un pincel humedecido en disolvente. Al hacer esto, el lavado quedará recluido solamente en los recovecos. Sin embargo, los esmaltes son tóxicos (o su diluyente), y no aptos para trabajar cerca de la familia.

¿Cuándo se aplica un lavado? el momento ideal es una vez tenemos pintados los colores básicos del tanque, incluyendo los accesorios (aunque éstos los podemos pintar luego). Si he aplicado un filtro tras pintar los colores base del tanque, el lavado es mi siguiente paso.

Para resumir, sin importar el tipo de pintura que usemos (acrílica o esmáltica):

• El filtro sirve para cambiar ligeramente el tono de una superficie.
• El lavado nos sirve para remarcar los recovecos.